No hay quien hable por los mudos
porque le sacan la lengua,
no hay valientes que caminen
porque les dejan sin piernas.
Tanta ofensiva conmueve
estremeciendo mi tierra
y la sangre corre a chorros
y los chorros forman grietas.
Las manos de los hermanos
se enfrentan en cruenta guerra,
vomitan odios las armas,
las venden los que hacen fiesta;
Y los vivos que se fueron,
sin motivos que entendieran,
se encuentran en cementerios
nutriendo las azucenas.
No hay quien llore por los muertos,
las lágrimas se congelan.
No hay quien piense en el futuro
porque el presente se quiebra.
Se mueven
desorientados
los que perdieron la senda,
condenados para siempre
al horror de
sus miserias.
Los frutos se
van pudriendo
se malogran las cosechas,
la tierra grita su angustia
la violan por sus riquezas,
y en el silencio maldito
de acobardadas conciencias,
todos callan porque temen
ser víctimas de violencia.
Las masacres despedazan
los cuerpos con motosierras,
y los verdugos sonríen
la impunidad los contempla
En la patria de la sangre
la bandera ya no ondea
solo hay mudos que caminan
Y caminantes sin lengua.
Generosa Valdez