Han de ser mis
instantes solo tuyos
No me puedo quitar
esta honda pena,
acaricio los libros
que me diste
eran tu alma y la
mía, almas gemelas.
Tanta ternura en ti me
ha conmovido
nunca verá la tierra
más estrellas,
huérfano en el
espanto me dejaste
no existen corazones,
solo piedras.
Acaso quiso el mísero
destino
mostrar que la
bondad es pasajera,
que los ángeles
bajan de los cielos
con mensajes de Dios
y luego vuelan?
Unido a aquel
recuerdo tan divino
yo busco en este mundo la pureza
en andares cansados y vacíos
suplicando al camino
que tu vuelvas.
Generosa Valdez.

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