domingo, 19 de octubre de 2014

ZOMBIES



Esta tristeza visceral
 que sangra
pintando en rojo
 los soleados días,
deja sin pasos 
los caminos verdes
una anémica sombra
 lentamente camina.
Allá están los vivientes,
un fantasma los sigue
con rumbo al inframundo,
fingiendo que respira,
deambula  con los ojos 
perdidos en la nada
buscando el Aqueronte 
de negras  aguas frías.
Aquí está la moneda 
debajo de la  lengua
que atrapada en palabras
 se ha quedado dormida,
como duermen las almas
 de los zombies eternos
que transporta Caronte
  más allá de la vida.   


Generosa Valdez