Estoy sintiendo
tus latidos
cuando tus manos tocan
la magia de los siglos
en los vetustos muros.
Cuando tus pies avanzan
hacia aquellos lugares
que visité en los libros.
Y entiendo que la espera
en el reloj de arena
se demoró lo justo;
que era tuyo este tempo
y que el tiempo rebota
pero no por capricho.
Que mi gran alegría
es mirar en tu vida
nuestros sueños cumplidos.
Generosa Valdez.
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