Voy a comprar un pericardio…
estoy buscando uno que sea de acero,
que no se oxide con el dolor ajeno
para que nada agobie el corazón.
Y quiero endurecer las coronarias,
tinturando de azul la
sangre roja
con un líquido refrigerante
para vender helados de emoción.
Generosa Valdez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario