En la bruma melancólica del sueño,
entre blancos cojines
de neblina,
estás tú, siempre
tú en cada noche,
y estoy yo, solo
yo al rayar el día.
Si pudiera tocar
tu piel dorada,
con mis dedos de
sol te quemaría
y mi amor
derretido por tus besos,
en crisol de pasión se fundiría.
Pero estás tan
cercano y tan ausente
que al quererte querer
en esta vida,
estás tu, estoy
yo, y están las sombras
abrazando cojines
de neblina.
Generosa Valdez..
