LOS BOTONES

Sufrida humillación que te hizo grande

llevabas sin botones la camisa,

la sangre de tu sangre alimentaba

con desaires, tu orgullo y rebeldía.

En la balanza cruel de los amores

pesaron junto al oro,las mentiras

infames señalaron tus miserias

infames te culpaban de su ruina.

Muy lejos del lugar tu amada madre

impotente, sufría en la lejanía

enviaba una moneda que sangraba

gran caudal de escasez..tú recibías.      

Sin  hilos que cosieran nuevos rotos

 alambre en el ojal, ingenio chibcha

caminabas hinchado por el aire

con los sueños mecidos por la brisa.

Hoy miro hacia el pasado recordando

rindo honor a la historia de tu vida,   

hoy remiendo los rotos que quedaron

hoy lleno de botones tu camisa

Generosa Valdez.

LOS ZAPATOS

Amigo narco la siembra ya está lista

dice un labriego al recibir el pago

mientras crece el veneno justifica
el jornal que le dio lindos zapatos.

Con la doble moral de las conciencias

que se dejan comprar en los estrados

los negocios agrícolas prosperan

los consienten políticos de barro.  

La sustancia se empaca, se comercia

se reparte en las calles sin reparo

y surge aquella clase consentida

que  gobierna a la sombra del Estado.

El futuro en el humo se enloquece

nadie quiere sudar por un salario

y se llenan las calles de tramposos

y se llenan las calles de sicarios.

Dormidos en el mundo de apariencias

las noticias  se cuentan a retazos

se esconden los que claman por justicia

y salen los mafiosos en los diarios.

El dinero circula en las esquinas

herida está la paz, sigue sangrando

se derrumban valores y principios

prostitutas  manejan  el erario.

Abonando aquel campo de desdichas

se escuchan las palabras  del aldeano:

Amigo narco, recoge la cosecha

quiero cambiar de nuevo mis zapatos.

Generosa Valdez

CERDOS

El ojo de un anciano en la ventana

desnuda la verdad en radiografías,

mira  tan hondo que hasta ve la nada

llenándose de barro en las esquinas.

Por eso calla todo... siente miedo,

amordaza pretéritos sin vida,

porque si llega a hablar un terremoto

desechos hasta el cielo esparciría.

Ninguna humanidad hay en el mundo

que pueda ser lo suficiente humana;

combinación de vicios, desenfrenos,

envilecen  el soplo de las  almas.

Un lodazal  en la llanura extensa

hace gotear las áridas  pupilas,

 perdido en el paisaje del estiércol

el viejo maniatado solo mira. 

Generosa Valdez.