Yo
conozco unos locos singulares
que
trasmiten en lenguas paranoias
suelen
ser reformistas, dictadores
abogados
del diablo o proxenetas.
Siempre
viven huyendo de las culpas
perseguidos
por cargos de conciencia,
pero
luego en trastorno delirante
se
perfuman con aires de grandeza.
Conozco
a los que gritan en altares
los
mandatos de Dios con furia eterna
los
devotos fanáticos que piden
el
perdón por sufrir de esquizofrenia.
A
los pobres mitómanos caudillos
que
dirigen el pueblo con sus tretas,
a
los locos que esperan un milagro
sin que exista una cura a la demencia.
Generosa
Valdez.


