Yo no me equivoqué en aquella infancia
era su corazón hueco y vacío,
si no creció el amor ¡ gracia divina ¡
fue Dios quien me salvó de aquel destino.
Yo no me equivoque, mi ser ingenuo
no pervierte la esencia de las almas
por eso cuando amé, bajó cupido
Y me elevé hasta el cielo con sus alas.
Yo no me equivoque cuando volviste
la mezquindad del mundo te atrapaba,
seguías siendo tan pobre como entonces
deseando arrebatar, urdiendo trampas;
Si querías lastimar desde las sombras
la piedra que tiraste está marcada
tiene el sello de Judas Iscariote
Yo no me equivoqué en aquella infancia.
Generosa Valdez

No hay comentarios:
Publicar un comentario