Que sensación irreprimible
angustiosa y
molesta,
se fija en las
neuronas
sin poder
contenerla
y entonces busca
el nervio
detener la
indigesta,
implorando un
abrazo
y de extraña
manera.
Cuánto añoro
tenerte
aunque ya no te
tenga,
aunque diga la
gente
que la muerte es
eterna;
cómo añoro tus
manos
y tus ojos de
tierra,
tus palabras de
azúcar
escarchando mis
penas.
Ahora en mi
cerebro
los cólicos
aumentan,
en forma irreprimible
angustiosa y
molesta,
el miedo va sitiando
provocando diarreas
pero no imploro
abrazos
solo espero que vuelvas
Generosa Valdez




