Tanta maldad por
culpa de unos pocos
por aquellos que asaltan
y arrebatan,
nuevamente la falsa
democracia
enredada en los
juegos de poder;
y el pueblo gran culpable
de su suerte
negociando la voz en
las esquinas,
como puta llorosa arrepentida,
asegura que no lo vuelve
a hacer.
Miente el cuerpo
cubriendo sus miserias
pues no puede tapar
tanta vergüenza
y en el secreto sacro de las
urnas
el pecado se viste de
papel.
Tanta maldad por
culpa de unos pocos,
por aquellos que ultrajan y maltratan
los eternos, los mismos,
los de siempre
los dueños de la puta y el burdel.
Generosa Valdez.

