sábado, 26 de julio de 2014

LA PIEDRA


Ese hombre pese al paso de los años
nunca pudo sentir la vida misma,
no tenía corazón,era de piedra,
buscaba importunarlo y me reía.
No entendía por qué ya en el ocaso,
amarrado a la fama de sus días,
reclamaba del mundo más aplausos
recordando sus  glorias ya marchitas.
Mordaz y  de finísimo  intelecto
por alguna razón no conocida,  
sacaba de mi ser  lo más perverso
su luz menguante sombras esparcía.   
No es posible jugar el mismo juego
ya no importa quien gana la partida,
que al corazón grabado en aquel pecho
le tallen sentimientos de mentira.

Generosa Valdez.

sábado, 19 de julio de 2014

LA BENDICIÓN



Amarrado a su madre se formaba
completando  genética función;
estaba protegido en su refugio
mojándose en el caldo de nutrientes, 
bebiéndose la vida en un cordón.
 Afuera los murmullos de la carne
agitaban con ondas tal sosiego,
el corazón herido era pequeño
latía defectuosa la emoción;   
remolinos chupaban al naciente   
y en la lucha librada en aquel vientre,     
epitelial aislante se templaba
encogiéndose luego en el dolor.
No tuvo la fortuna del abrazo,
dejaron el regazo abandonado
hoy entierran al niño que sufrió.  
La leche está secándose en los pechos
y las manos que nunca lo tuvieron,
lo despiden con una  bendición.

Generosa Valdez 

jueves, 17 de julio de 2014

LOS CASCOS


En un lento pasar suenan los cascos
las costillas se marcan en los flancos,
el látigo golpea la libertad.
Se cubren con asfalto verdes pastos
y el suelo musical va repicando,  
mientras marcha esforzado el caballar.  
Marcado está su lomo por el hambre,
los dientes no mastican el forraje,
la rienda lo  somete  a trabajar  
y  sacando emoción de su nobleza,
rendido por los fardos, en su fuerza,
se escucha  relinchar al animal.  

Generosa Valdez

viernes, 4 de julio de 2014

EL INFANTE



Cuan tímido y ausente aquel infante…
en su boca explotaban las palabras
antes de que las ondas rebotaran 
mudas en las orejas del espanto.
Se encontraba tan solo en su mutismo,
que los ojos ardientes se golpeaban
con las letras tendidas como abrigo.
Así pasó la vida confundiendo  
en sus formas, lo real, con lo ficticio
elevado en el  alma  sin la carne
temiendo aterrizar  en un abismo.
Las canas han blanqueado su melena
derrumbando sus huesos y  caninos,
pero sigue el infante desdentado,
meciéndose en su  mágico realismo. 

Generosa Valdez

miércoles, 2 de julio de 2014

EL MOLUSCO


En el mocoso espacio metro a metro
la placa se desliza, va reptando,     
con  antenas de ojos, codifica
bucles de información aquel malandro.
Sin que nadie repare en los avances
pegajoso se fija con engaños,
zona ventral resbala aquel molusco,
frota sobre la piel su cuerpo blando.
El maestro  sagaz  de la apariencia  
oculta la intención, persigue el  daño;  
otro ingenuo en viscosa  fantasía,
se ha dejado atrapar !jaque al incauto!

Generosa Valdez