domingo, 29 de marzo de 2015

EL DRAGÓN



Sigue soplando fuego aquel artista  
calcinando pulmones y garganta
en la lumbre que enciende las sonrisas
el plomo se acumula en sus entrañas.
Agoniza el dragón en su guarida
solo sale a mostrar  su lengua en flamas,
guardando para si las noches tristes
oscuras como el sol que el hielo apaga.  
El  sufrimiento apenas se contiene
las chispas de vinilo se entrelazan
y empieza la función mientras la vida
se extingue con la danza de las llamas.
Réquiem por el artista callejero  
Réquiem por el suicida que nos ama
Réquiem por el que arranca una sonrisa
Réquiem por el amigo que se marcha

Generosa Valdez. 

lunes, 23 de marzo de 2015

LAS ASPAS


Las aspas con sonido moribundo
en la urgencia vital, descontroladas,
venían de aquel viaje sin regreso
con heridas de trueno desangradas.
Los sueños congelados en el cuerpo
del que quiso llevar lumbre a su casa,
marcharon colapsando los pulmones
picados  en el campo de batalla.
En dónde está la madre que pariendo
un milagro de vida en  sus entrañas,  
debe sufrir el parto de la muerte
consolándose en nombre de la Patria
En dónde las razones que se lloran,
en dónde las razones que arrebatan,
que  sepultan al hijo que se quiere
mencionando el honor en una carta.
Vestida con el negro de la noche
miserable camina hacia su casa,
las trompetas quedaron en silencio
sola avanza en su ruta solitaria.   
Abraza en el recuerdo del  valiente
que murió sin saber por qué luchaba,
la bandera que llora por los muertos
arropando con ella su desgracia. 

Generosa Valdez.

martes, 17 de marzo de 2015

EL RELOJERO


Un relojero estuvo aquí en mi casa,
me dijo que la cuerda ya gastada
no quería dar vueltas en el tiempo,  
se notaba abatido aquel extraño;
sus torpes dedos enseñaron pronto
un objeto pequeño, algo oxidado.
Con el grave dictamen del experto
que el diagnóstico expresa sin recato
 en el redondo cofre de momentos
recorriendo minutos  en segundos
sepultaba en la arena los  zapatos.
Callé por un momento en el silencio
destapando las cartas de mis años
con las manos soldadas en el pecho,
allí estaba el tic tac marcando pasos.

Generosa Valdez.     

martes, 10 de marzo de 2015

NO



Arrugué aquella hoja
con sus letras de miedo
y no quise leer.
Es un nunca rotundo,
es un no sin remedio
reseco por la sed.
Es un no, que no quiere
 herido en lo profundo
demacrado en la fé.
Es un no que rescata
los valores eternos
 es un no de mujer.

Generosa Valdez.