
Desorientada andaba por el mundo
con pasos sin camino... como errante,
buscando la alegría que era esquiva
hasta ese día de agosto que llegaste.
Entonces los temores que albergaba,
huyeron espantados
aquel martes,
cuando el sonoro canto de la vida
anunció el
nacimiento de aquel ángel.
Bajaste con el rostro
de una niña,
guerrera , valerosa, desafiante,
con congénita alergia a la mentira
y un corazón con brillo de diamante.
Yo te he visto rabiar con las caídas
y te he visto enseguida
levantarte,
tienes el fuego intenso de la gloria
como ese día de agosto en que llegaste.
Ahora corres veloz a las estrellas,
con los pies imponentes de un gigante,
buscando las razones y respuestas
que pronto llegaran a ilusionarte,
cuando el sonoro canto de la vida
anuncie el nacimiento de otro ángel.
Ese día mi bien, solo ese día
la alegría vendrá para quedarse.
Generosa Valdez.